lunes, 22 de enero de 2018

Jhoana Patiño

Jhoana Patiño López es una escritora, poeta, profesora e investigadora en Educación y Desarrollo Humano que nació el 11 de septiembre de 1982 en Manizales (Colombia).




No era yo el problema

El problema no era el golpe,
ni el insulto,
tampoco el dolor
o la sangre en el piso.
El problema no era la cicatriz en el cuerpo
ni la culpa que sentía,
mucho menos la vergüenza.
El problema no era mi cuerpo
no eran,
ni mis ojos,
ni mi color.
El problema era mi condición
ser mujer, ese era el problema.
No era por como vestía,
ni por lo que decía.
Era porque así tenía que ser,
porque siempre había sido de esa manera,
porque la abuela le dijo a mi madre que el hombre era Dios
y eso me enseñó ella.
El problema era el mundo,
con sus códigos machistas,
desiguales y violentos,
con sus lenguajes sexistas
y sus morales dobles.
El problema no era mío,
era de todos,
de los que sabían y no hacían nada,
de los que se tapaban los oídos y desviaban la mirada,
de los que justificaban al hijo,
de los que celebraban la paliza.
El problema no era yo
y tampoco era nuevo,
era falta de memoria,
injusticia,
abandono.
El problema era una historia contada por hombres
y padecida por mujeres;
eran niñas vestidas de rosa para que fueran más puras
y niños pintados de azul para que fueran más rudos,
el problema no era el golpe en la cara,
era el permiso de todos,
el creer que era natural,
el sentir que era bueno,
el tolerar por miedo.
El problema no era el puño
era la herida en el alma
y el silencio.



Nos mataron

Mataron a Berta,
a Sonia,
y a Laura.
También a Manuela
y a su hermana.
Mataron sus cuerpos,
callaron sus palabras,
quemaron sus historias,
y arrancaron sus ganas.
Mataron a Zuly,
a Diana,
y a Martha.
Cerraron para siempre sus ventanas,
cortaron sus rostros,
amarraron sus manos,
y eliminaron sus sueños.
Y hasta ahora nadie dijo nada.
Mataron a madres,
a abuelas y tías,
a vecinas y amigas,
a primas y sobrinas,
a esposas y amantes.
Y todo siguió como si nada.
Las mataron una a una,
por siglos de infamia,
en suelos machistas,
con cadenas y balas,
tras leyes y batallas.
Las mataron entre gente,
en los ríos,
en las casas.
Solas y acompañadas.
Las mataron una a una,
como si nada.
A Verónica,
y Alicia
a Paula
y Tatiana.
Las mataron,
sus cercanos,
y también
sus lejanos,
sus familias,
sus parejas,
sus amigos,
y sus vecinos
como deshojando margaritas
que pronto crecerán
para volver a ser arrancadas.
Las mataron y nos matan por ser mujeres.






Enrique Urquijo

Enrique Urquijo Prieto fue un compositor, cantante, bajista y guitarrista español que nació el 15 de febrero de 1960 en Madrid y falleció el 17 de noviembre de 1999 en Madrid.







Pero a tu lado

He muerto y he resucitado
con mis cenizas un árbol he plantado
su fruto ha dado y desde hoy algo ha empezado.

He roto todos mis poemas
los de tristezas y de penas
y lo he pensado y hoy sin dudarlo vuelvo a tu lado.

Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado en otra vida
en otro mundo, pero a tu lado.


Ya no persigo sueños rotos
los he cosido con el hilo de tus ojos
y te he cantado al son de acordes aún no inventados.

Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado en otra vida
en otro mundo, pero a tu lado.

Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado en otra vida
en otro mundo, pero a tu lado
pero a tu lado.





viernes, 5 de enero de 2018

Sobrevivimos

Amanece
y los pájaros sobrevuelan ese cielo infinito,
ese mundo moribundo sin tus latidos,
ese frío que se adentra en los corazones
de los moribundos del desprecio de los que mandan.

Es mediodía
y las noticias echan raíces en la tierra
cubriendo con una sábana de olvido
a los cuerpos que flotan mar adentro
hostigados por los ojos que miran al lado opuesto.

El día avanza
embaucado por los ladrones de ilusiones,
por los bandidos de traje y corbata
que se enriquecen haciendo sepulcros
en las ciudades grises y pétreas.

El sol se esconde
y se pierden los besos entre las ruinas del calendario
que avanza sin piedad por los escombros
de una fotografía de niños de otro planeta
en la que los relojes no tienen sonido.

Y llega la noche,
sobrevivimos otro día
y el circo de la vida pliega su carpa en la sombra,
y terminamos de nuevo,
y comenzamos otra vez,
y sueño con otros ríos y otros mares,
con mundos llenos de risas,
con un futuro a tu lado
y con que el tuyo pueda lograrlo y ser.





jueves, 4 de enero de 2018

Aquí estoy


Aquí estoy
con la piel abierta completamente desnuda,
con palabras enclaustradas en mis pupilas,
atrapada en la huella de tu historia,
donde las hojas sobrevuelan la brisa de tus labios.

Aquí estoy
intentado zurcir un pentagrama
que dibuje la esencia de nuestros silencios,
sin miedos, sin iras ni tormentos,
creando versos entre las sombras de los recuerdos.

Aquí estoy
columpiando la luna en tus pestañas
atrapada en la paz de tus abrazos,
entre lo que pudo ser y el verbo hacer
a través del horizonte que recorre tu cuerpo.

Aquí estoy
peregrina del camino que retorna en tu espalda,
con pasos incansables ascendiendo montañas,
esperando una avalancha intangible de sentidos
esencia de amaneceres guardados en un bolsillo.

Aquí estoy
impuntual a tu olvido en la sombra dormido,
desvistiendo de vergüenzas las yemas de tus dedos
para cubrirlas de ilusiones y aromas de verano eterno
donde cerrar los ojos y crear un mundo nuevo.




lunes, 1 de enero de 2018

Pablo Alborán

Pablo Moreno de Alborán Ferrándiz, más conocido como Pablo Alborán es un cantautor y músico español que nació en Málaga el 31 de mayo de 1989.






Prometo

Quiero volver a ser quien te amaba
como un juego de niños
volver al verde de tu mirada
secar la pena que hoy nos cala.
Quisiera amanecer como antes, desnudo contigo
curando el amor
rompiendo el reloj a golpe de calor y frío.

Y respirar lo que nos quede
Bailaremos nuestro tango en el salón
si te atreves, no me sueltes.

Prometo que no pasarán los años
arrancaré del calendario las despedidas grises
los días más felices no han llegado.
Te prometo olvidar mis cicatrices
y devolver lo que he robado
a tus dos ojos tristes.

Te prometo que nos mudaremos pronto
del fracaso y del desconcierto
a la calle del silencio.
Te prometo que vamos a volvernos eternos.

Me voy a desprender de una vez,
de mis montañas de arena
de acantilados y de mis días pesados,
mis naufragios ya no valen la pena.
Me voy a desprender de todo aquel
que no nos mire de frente
de los poetas de palabra hueca,
del ruido que ahogue tu canción favorita de amor.

Y respirar lo que nos quede
Bailaremos nuestro tango en el salón
si te atreves, no me sueltes.


Prometo que no pasarán los años
arrancaré del calendario las despedidas grises
los días más felices no han llegado.
Te prometo olvidar mis cicatrices
y devolver lo que he robado
a tus dos ojos tristes.

Te prometo que nos mudaremos pronto
del fracaso y desconcierto
a la calle del silencio
Te prometo que vamos a volvernos.

Quiero un bosque, un agujero en la noche
una pausa en medio de todo el desorden
quiero un combate de besos sin amarres
quiero un lienzo para hacer de colores tus lunares.

Hoy saldremos en las noticias de la tarde
por haber sabido amarnos, ilesos del desastre
cuando no ha sabido nadie.

Y prometo que no pasarán los años
arrancaré del calendario las despedidas grises
los días más felices no han llegado.
Te prometo olvidar mis cicatrices
y devolver lo que he robado
a tus dos ojos tristes.

Yo te prometo que nos mudaremos pronto
del fracaso y desconcierto
a la calle del silencio.
Te prometo que vamos a volvernos eternos
Eternos